Somos una familia que se alegra de recibirte, y que estés entre nosotros. En nuestra institución educativa se fomenta en los alumnos el espíritu de piedad y las prácticas de las virtudes cristianas. Como lo decía nuestro Padre venerable Pablo de Anda Padilla “El ejemplo es el mejor y la más breve enseñanza”. En este ambiente de confianza mutua, propio de las escuelas “mínimas”, se favorece el desarrollo integral del alumno, aprende a trabajar solo y en equipo de manera responsable, sabe investigar, se le ayuda adquirir la autonomía y el juicio crítico, su participación es activa, creativa y solidaria, por tanto, se le ofrece un ambiente en el que adquiere un cúmulo de valores humanos y cristianos, además de tener la oportunidad de practicarlos activamente:
- Se formen una conciencia crítica para hacer frente a los retos, a las falsas necesidades y expectativas que la sociedad presenta.
- Conozca y acepten sus deficiencias y posibilidades para acrecentar su autoestima.
- Tomen conciencia del cuidado de la naturaleza y problemática social, para que sean promotores de soluciones eficientes.
- Aprendan a dar soluciones prácticas a su problemática personal.
- Participen activamente en el trabajo de pastoral para que refuercen la solidaridad ante el necesitado.
- Creen un ambiente de disciplina responsable para prevenir situaciones lamentables.
- Estructuren el servicio social, de manera que la experiencia y entrega sean significativas, que los lleven a aterrizar en un compromiso eclesial y social.